Guía: cómo sobrevivir a las rebajas y no arruinarse en el intento

Rebajas, peligrosa palabra. Sueño de muchos/as y pesadilla de muchos/as otros/as. Ese momento del año en el que la gente se pone el uniforme de guerra, lista a enzarzarse en una batalla por conseguir la mejor ganga de la tienda.

Varias personas en ropa interior entrando como locas en un establecimiento en paños íntimos.

Desde su origen en los años 30 en Estados Unidos, las rebajas se han convertido en uno de los fenómenos más esperados de cada temporada y han revolucionado nuestra forma de comprar. Cuando el presidente de la Federated Department Stores Inc. se dio cuenta de que le suponía un mayor coste el almacenar aquella mercancía que no se había vendido que liquidarla, y que la moda se devaluaba muy rápido y que su posterior venta se hacía mucho más complicada, tuvo la idea de que durante unos días, al final de cada temporada, se pondría todo el género excedente en venta a un precio más reducido.

Las rebajas se originaron en los años 30 en EE.UU. Foto de Felixbernet. Más aquí http://www.flickr.com/photos/felixbernet/.

En España este fenómeno se hizo popular gracias a firmas como El Corte Inglés o Galerías Preciados y, con el paso del tiempo, ha abarcado a todo tipo de comercios que intentan por todos los medios competir en un mar repleto de tiburones.

Cartel anunciando unas rebajas (muy malo, por cierto). Más en http://ormonbrothers.blogspot.com.es/2012/01/va-de-todo-un-poco-publicidad-mal.html.

Por lo que a nosotros nos respecta, las rebajas se han convertido en ese momento en el que uno puede comprar ese producto que tanto le gusta a un precio más atractivo (si no es que alguien lo compra antes), pero también en ese momento en el que resulta más difícil resistirse a los encantos de los llamativos escaparates y comprar más de lo que en realidad necesitamos (si bien necesitar no es la palabra más apropiada). Por ello, he aquí una serie de pautas que he recopilado para sobrevivir a las rebajas y no arruinarse en el intento:

1. Evita enterarte de las rebajas. Enciérrate en casa, no enciendas la tele ni la radio, no uses internet, no compres periódicos, revistas u otro tipo de publicaciones y desconecta el teléfono. Atención: puede producir pérdida de empleo, amigos, conocidos o cualquier otra interacción social y pérdida de la cabeza, en general.

2. Si el primer remedio te ha resultado demasiado drástico, siempre puedes pedir a algún familiar, pareja, amigo o compañero de piso que te guarde la cartera. Ojo, cuenta bien el dinero y piensa bien a quién se la dejas; puede que no la vuelvas a ver.

3. No abuses de la tarjeta de crédito. Si no has podido encontrar a un candidato adecuado a quién dejarle la cartera o has actuado como un  toxicómano tras varios días sin droga y te has vuelto a hacer con el control de tu cartera (y matado, «por accidente», al que se la habías dejado), intenta al menos evitar usar la tarjeta de crédito. Comprando en metálico tendremos un mayor control sobre lo que gastamos.

4. Todos sabemos que esos cartelitos y pegatinas de colores chillones resultan irresistibles pero, por el amor de dios, fíjate en el precio original y compáralo con el nuevo. Dos o tres euros menos no pueden considerarse una rebaja.

El famoso modelo británico David Gandy anunciando las rebajas de Lucky Brand.

5. Haz una lista de lo que «necesitas» comprar. Abre tu armario y haz una selección de la ropa que tienes. ¿Qué te hace falta? ¿Qué se puede dar a caridad y qué hay que echar?

6. Di no al «Total…». La principal razón por la que gastamos más de lo que deberíamos durante las rebajas es hacer demasiado uso del «total… por cinco euros…». NO. Si no lo necesitas, no lo compres.

7. Compra ropa de tu talla. Muchos se reirán, pero hay gente que compra la ropa sin probársela o que incluso se compra una talla mayor o menor sólo por que estaba a buen precio, y luego la guardan en el armario con la etiqueta puesta y jamás sale de ahí.

8. Entra en aquellas tiendas en las que sabes que la ropa te va a gustar. No experimentes en rebajas, mejor limítate a lo conocido. Ya habrá tiempo de conocer otras marcas durante el año.

Fijaos bien en los «Precios Especiales». A veces, no lo son tanto.

9. Arriésgate. Una amiga siempre dice que siempre encuentro algún chollo. ¿El secreto? Espera hasta casi el final de las rebajas. Puede que no queden muchas tallas, pero buscando bien y con un poco de suerte, te llevas una camiseta por dos euros. La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces (Proverbio Persa).

10. Usa el sentido común. Todos los otros puntos se pueden resumir en este último. A mi también me gustan las rebajas y siempre intento aprovecharme de los descuentos pero con el tiempo vas aprendiendo que hay que saber decir no. Usemos el sentido común señores,  que si no se aburre.

Que disfrutéis de vuestras compras.